Páginas

martes, 14 de junio de 2011

SABIDURÍA INDÍGENA...

Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla con sus nietos acerca de la vida. Él les dijo:

"¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí!.... ¡es entre dos lobos! ...."Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo,egolatría, competencia, superioridad.

"El otro es Bondad, Alegría, Paz, Amor, Esperanza, Serenidad, Humildad, Dulzura, Generosidad, Benevolencia, Amistad, Empatía, Verdad, Compasión y Fe.

Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la tierra.

Lo pensaron por un minuto y uno de los niños le preguntó a su abuelo:

"¿Y cuál de los lobos crees que ganará?" El viejo cacique respondió, simplemente...

"El que alimentes."

lunes, 13 de junio de 2011

COSECHARÁS TU SIEMBRA

El carromato blanco....

Atardecía en el mes de julio. Natalio lavó prolijamente la azada, tapó las plantas más sensibles a las heladas... tomó leña, alimentó a su vieja cocina..y preparó el mate..pronto llegaría su amigo de tantos años...como todos los viernes y jugarían un truco...Al llegar Luis comenzaron la ...rutina pero esta vez le intrigó una bolsa que colgaba de un gancho y preguntó que era...-Ah, sí, son unas semillas que me dejó el hombre del carromato blanco..siempre pasa..Ya las sembraré... y así lo hizo... entonces, concluido el tiempo, las semillas se hicieron tallos...y luego troncos..y así terminaron en inmensos y frondosos árboles de hojas blancas que al moverse emitían un sonido como de campanitas...

-OH Dios!..el pueblo entero podía oír este repiqueteo y se llegaban para admirar la majestuosidad y la belleza de estos árboles...

..Al amigo de Natalio no le iban bien las cosas... entonces Natalio le propuso que si armaba algunas mesas y sillas debajo de los árboles y servía comida al paso y jugo de los frutos de sus árboles les cosas podías llegar a cambiar. Y muchos fueron los que llegaron...tantos ,que Natalio comenzó a soñar debajo de esos árboles con la presencia de innumerables viajeros...muchos de ellos importantes personalidades y observó que muchos de los que llegaban por distintos motivos se conocían y estaban enemistados y se iban reconciliados.
Al llegar el otoño las hojas comenzaron a caerse. y en el mismo momento que cayó la última se escuchó el ruido del carro del vendedor de semillas.

..Se saludaron ambos. -Escuche!...Paare! Paare!!.Ud..No sabe..!

-Ya sé, todo irá bien...

-..Pero cuál es el nombre de las semillas que me vendió...

-Las que tengo, son para otros..Esos también necesitan, hacen falta en muchas partes.......y ahora me cabe otra pregunta gritó desde la tranquera Natalio..Y Ud. quién es?

-OH Natalio..Son las semillas de la paz, y tu me conoces desde siempre, he sentido tu mano cuando cuidas, hablas y acaricias a cada uno de los tuyos,..Cuando has hecho nacer una nueva flor..Y cuando procuras refrescar la tierra. Hasta el año que viene! dijo el dueño del carromato..

Natalio quedó en medio del camino como hipnotizado y en el lugar donde vio al carro alejarse solo quedó una suave luz que iluminaba aquella tarde de otoño.....

Como Natalio, el Señor al final de nuestra cosecha, nos pedirá cuentas de los frutos que sembramos y de nuestra caridad con el prójimo....


A mi hermano Calulo, que siembra y cosecha para compartir

miércoles, 8 de junio de 2011

La casa de los mil espejos

Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.

El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subirlas se encontró con una puerta semiabierta, lentamente se adentró al cuarto. Para su sorpresa se dio cuenta que dentro de ese cuarto había mil perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.

El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los mil perritos hicieron lo mismo. Posteriormente sonrió y ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él.

Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo: !Que lugar tan agradable! Voy a venir más seguido a visitarlo.

Tiempo después otro perrito callejero entró al mismo sitio y entró al mismo cuarto. Pero este perrito al ver a los otros mil perritos del cuarto, se sintió amenazado, ya que lo estaban mirando de una manera agresiva.

Posteriormente empezó a gruñir, obviamente vio como los mil perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros mil perritos le ladraron también a él. Cuando este perrito salió del cuarto pensó: ¡Que lugar tan horrible es este!. Nunca más volveré a entrar aquí.

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: “La casa de los mil espejos”

Todos los rostros del mundo son espejos… Decide qué rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás. El reflejo de tu interior es el que proyectas ante los demás a través de tus gestos, tu lenguaje y tus acciones, favoreciendo o entorpeciendo las interacciones con compañeros de trabajo o de la vida.

Entrenarte en escuchar a diario tu disposición interior y en observar qué le muestras al mundo, generará para ti nuevos resultados que favorecerán el éxito de tus relaciones laborales y personales.

domingo, 5 de junio de 2011

Lo que aprendí de mi perro

Te has preguntado por qué los perros viven menos que las personas?
Aquí la respuesta (por un niño de 6 años).
Siendo un Veterinario, fui llamado para examinar a un Sabueso Irlandés de 10 años de edad llamado Belker. Los dueños del perro, Ron, su esposa Lisa y su pequeño Shane, estaban muy apegados a Belker, y estaban esperando un milagro.

Examine a Belker y descubrí que estaba muriendo de Cáncer. Les dije a su familia que no podíamos hacer ya nada por Belker, y me ofrecí para llevar cabo el procedimiento de eutanasia en su casa. Hicimos los arreglos necesarios, Ron y Lisa dijeron que sería buena idea que el niño de 6 años, Shane observara el suceso. Ellos sintieron que Shane podría aprender algo de la experiencia.

Al día siguiente, sentí la familiar sensación en mi garganta cuando Belker fue rodeado por la familia. Shane se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez, y yo me preguntaba si él comprendía lo que estaba pasando. En unos cuantos minutos Belker se quedó dormido pacíficamente para ya no despertar.

El pequeño niño pareció aceptar la transición de Belker sin ninguna dificultad o confusión. Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el porqué de el lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea mas corta que la de los humanos. Shane, que había estado escuchando atentamente, dijo: ''yo sé porqué.''

Sorprendidos, todos volteamos a mirarlo. Lo que dijo a continuación me maravilló, nunca he escuchado una explicación mas reconfortante que ésta. Este momento cambio mi forma de ver la vida.
Él dijo: ''la gente viene al mundo para poder aprender como vivir una buena vida, como amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, verdad?'' ''Bueno, como los perros ya saben cómo hacer todo eso, pues no tienen que quedarse por tanto tiempo como nosotros.''

Lo que debo aprender de mi perro como maestro es:
Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de puro Éxtasis.
Toma siestas.
Estírate antes de levantarte.
Corre, brinca y juega a diario.
Mejora tu atención y deja que la gente te toque.
Evita morder cuando un simple gruñido sería suficiente.
En días cálidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto, patas abiertas.
Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol.
Cuando estés feliz, baila alrededor, y mueve todo tu cuerpo.
Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
Sé leal.
Nunca pretendas ser algo que no eres.
Si lo que quieres está enterrado, escarva hasta que lo encuentres.
Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estás ahí.

sábado, 4 de junio de 2011

APRENDAMOS DE LOS PAJAROS...

Yo amo a los pájaros, pero más aún los admiro por las mañanas, después de una noche de tormenta cuando suelo ver destruidos los nidos en las veredas de las plazas, cerca de los árboles donde estaban construidos.

Pero también por la mañana de ese mismo día les he oído cantar mientras acarrean material para construir otro nido, tal vez mejor, tal vez más fuerte...

Seguramente los pájaros habrán callado un momento por su nido roto, pero solo un momento, ellos saben que no sirve llorar frente a las ruinas más de lo aceptable, hay que empezar de nuevo...!

Pronto el nuevo nido estará armado, y, si otra tormenta llegara a derribarlo, una y mil veces volverán a construirlo.

Admiro a los pájaros por su afán esperanzado...!

Qué otra cosa es la esperanza sino el negarnos a los embates de la adversidad?

Que otra cosa es la esperanza sino el modo interior de creer en el mañana?...

Por eso piensa siempre que no hay nada más importante que el día de mañana.

Empezando eres invencible aunque una y otra vez no salgan las cosas como
esperabas...

Un barco que naufraga, sigue siendo un barco, solo falta que sea reflotado para que vuelva a navegar.

Cuando una ilusión se frustra sigues teniendo el alma para albergar nuevas
ilusiones y por más que te golpee la vida, no te entregues nunca, di una oración, pon tu esperanza al frente y arremete, no te preocupes si en la batalla sufres alguna herida, es de esperar que algo así suceda. Junta tu esperanza, ármala de nuevo y vuelve a arremeter.

Si tus anhelos son legítimos, si no dañan a nadie los sueños que te impulsan, insiste mil veces y otras mil si fuera necesario, alguna vez la victoria será tuya ....

viernes, 3 de junio de 2011

El MIsmo Traje

Cierta vez un hombre visitó a su Rabí, y le relató su problema: -- Rabí, soy un sastre. Con los años gané una excelente reputación por mi experiencia y alta calidad de mi trabajo. Todos los nobles de los alrededores me encargan sus trajes y los vestidos de sus esposas. Hace unos meses, recibí el encargo más importante de mi vida: El príncipe en persona escuchó de mí y me solicitó que le cosiera un ropaje con la seda más fina que es posible conseguir en el país. Puse los mejores materiales e hice mi mejor esfuerzo. Quería demostrar mi arte, y que este trabajo me abriera las puertas a una vida de éxito y opulencia. Pero cuando le presenté la prenda terminada, el príncipe comenzó a gritarme e insultarme. -- ¿Ésto es lo mejor que puedes hacer? Es una atrocidad. ¿Quién te enseñó a coser? -- Me ordenó que me retirara y arrojó el traje tras de mí. Rabí, estoy arruinado. Todo mi capital estaba invertido en esa vestimenta, y peor aún, mi reputación ha sido totalmente destruida. Nadie volverá a encargarme una prenda luego de esto. No entiendo qué sucedió, ha sido el mejor traje que he hecho en años. El Rabí le contestó: -- Vuelve a tu negocio, descose cada una de las puntadas de la prenda y cóselas exactamente como lo habías hecho antes. Luego, llévala al príncipe de nuevo. -- Pero obtendré el mismo traje que tengo ahora -protestó el sastre-, además, mi estado de ánimo no es el mismo. -- Haz lo que te indico, y Dios te ayudará, dijo el Rabí. Dos semanas después, el sastre retornó a donde el Rabí: -- Rabí, usted ha salvado mi vida. Cuando le presenté nuevamente el traje al príncipe, su rostro se iluminó y exclamó: "¡Este es el traje más hermoso y delicado que haya visto en toda mi vida!" Me pagó generosamente y prometió entregarme más trabajo y recomendarme a sus amigos. Pero Rabí, deseo saber ¿cuál era la diferencia entre el primer traje y el segundo? El Rabí le explicó: -- El primer traje, fue cosido con arrogancia y orgullo. El resultado fue una vestimenta espiritualmente repulsiva que, aunque técnicamente perfecta, carecía de gracia y belleza. Sin embargo, la segunda costura fue hecha con humildad y con el corazón quebrado, transmitiendo una belleza esencial que provocaba admiración en quien la veía

jueves, 2 de junio de 2011

El Huevo Vacío

de Mariela Sulbaran,
La Pascua y la Sabiduría de un Niño
Jeremy nació con un cuerpo deforme y una mente lenta. A la edad de 12 años estaba todavía en segundo de primaria y no daba señales de poder adelantar. Su maestra, Doris Miller, a menudo se exasperaba con él pues con frecuencia se retorcía en su asiento y lanzaba gruñidos. Otras veces hablaba de manera clara y precisa, como si un rayo de luz penetrase en la oscuridad de su cerebro. La mayor parte del tiempo, sin embargo, Jeremy le causaba irritación.
Un día la maestra llamó a los padres de Jeremy y les pidió que fueran a verla para una tutoría. Cuando los Forrester entraron en la clase vacía, Doris les dijo: "Lo que realmente necesita Jeremy es una escuela especial. No es bueno para él estar con niños menores que no tienen problemas de aprendizaje. Hay una diferencia de cinco años entre su edad y la de los otros en su aula." La Sra. Forrester sacó un pañuelo y lloró quedamente, mientras su marido hablaba: "Srta. Miller, no hay escuelas de ese tipo en las cercanías. Sería un terrible golpe para Jeremy si tuviésemos que sacarlo de esta escuela. Sabemos que realmente le gusta estar aquí." Doris permaneció sentada un largo rato después de que se hubiesen marchado, mirando fijamente la nieve a través de la ventana. Su frialdad parecía filtrarse hasta su alma. Quería simpatizar con los Forrester. Después de todo, su único hijo tenía una enfermedad terminal. Pero no era justo mantenerlo en su clase. Ella tenía otros 18 niños a los que dar clase y Jeremy era una distracción para ellos. Además, él nunca aprendería a leer y escribir, así que ¿para qué perder más tiempo intentándolo? Mientras ponderaba la situación, un sentimiento de culpabilidad se apoderó de ella. "Aquí estoy, protestando, cuando mis problemas no son nada comparados con esa pobre familia", pensó. "Por favor, Señor, ayúdame a ser más paciente con Jeremy."

Desde ese día, intentó ignorar los ruidos de Jeremy y sus miradas vacías. Un día, Jeremy se dirigió hasta su mesa, arrastrando tras de sí su pierna mala: "Te quiero, Srta. Miller", exclamó lo bastante fuerte para que la clase entera lo escuchase. Los otros estudiantes soltaron risitas entrecortadas y Doris enrojeció. Balbuceó: "¿Co-cómo? Muchas gracias Jeremy. A-ahora vuelve a tu sitio, por favor".

Llegó la primavera, y los niños hablaban animadamente de la llegada de la Pascua. Doris les contó la historia de Jesús, y para enfatizar la idea del nacimiento a una nueva vida, dio a cada uno de los niños un gran huevo de plástico. "Ahora quiero que os lo llevéis a casa y que lo traigáis de vuelta mañana con algo dentro que signifique una nueva vida ¿Lo habéis entendido?". "Sí, Srta. Miller", respondieron los niños con entusiasmo, todos excepto Jeremy. Él la escuchó dando muestras de estar comprendiendo lo que decía. Sus ojos no dejaron de estar fijos en el rostro de la maestra. Incluso ni hizo sus ruidos habituales. ¿Había entendido el chico lo que ella había explicado sobre la muerte y resurrección de Jesús? ¿Había entendido la tarea asignada? Tal vez debiera llamar a sus padres y explicarles a ellos el proyecto.

Esa tarde, el fregadero de la cocina de Doris se atascó. Llamó al plomero y esperó durante una hora a que viniera. Después tuvo que ir al mercado para hacer sus compras, planchar una blusa y preparar un examen de vocabulario para el día siguiente. Olvidó por completo llamar a los padres de Jeremy.

A la mañana siguiente, 19 niños llegaron a la escuela, riendo y hablando mientras dejaban sus huevos en la gran cesta de mimbre sobre la mesa de la Srta. Miller. Tras acabar su lección de matemáticas, llegó el momento de abrir los huevos. En el primer huevo, Doris encontró una flor. "Oh, sí. Una flor es ciertamente un signo de nueva vida. Cuando las plantas brotan sus flores, sabemos que ha llegado la primavera". Una pequeña en la primera fila agitó su brazo. "Ese es mi huevo, Srta. Miller". El siguiente huevo contenía una mariposa de plástico que parecía muy real. Doris la mantuvo en alto: "Una oruga cambia y se transforma en una bonita mariposa. Sí, también es nueva vida". La pequeña Judy sonrió orgullosa y dijo, "Srta. Miller, ese es mío". En el siguiente, Doris encontró una roca con musgo. Explicó que ese musgo también significaba vida que crece aun en una piedra. Billy alzó la voz desde el fondo de la clase: "Mi papá me ayudó", dijo sonriente. Entonces Doris abrió el cuarto huevo y tuvo que controlarse para no exhibir un gesto de decepción. El huevo estaba vacío. Con toda seguridad debe ser de Jeremy, pensó, y, naturalmente, él no ha entendido mis instrucciones. Si no hubiese olvidado telefonear a sus padres... Para no hacerle pasar un mal rato, con cuidado puso el huevo a un lado y alcanzó otro. De pronto Jeremy dijo: "Srta. Miller, ¿no va usted a hablar de mi huevo?". Doris replicó desconcertada: "Pero Jeremy, tu huevo está vacío". Todos se rieron. Él la miró fijamente a los ojos y dijo suavemente: "Sí, pero la tumba de Jesús también estaba vacía". El tiempo se paró. Cuando pudo hablar de nuevo, Doris le preguntó: "¿Sabes por qué estaba vacía la tumba?". "Oh, sí. A Jesús lo mataron y lo pusieron dentro. Pero el volvió a la vida y se fue de la tumba. Por eso la tumba estaba vacía"
La campana del recreo sonó. Mientras los niños corrían animadamente hacia el patio del colegio, Doris lloró. La frialdad de su interior de desvaneció por completo. Mas tarde ella se ocupó de explicarle a todos los niños que el ganador había sido Jeremy y las razones por ello.
Tres meses más tarde, Jeremy murió. Aquellos que fueron a expresar sus condolencias se sorprendieron al ver 19 huevos sobre la tapa de su ataúd. Todos ellos vacíos.

VIVIR COMO LAS FLORES

Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto?.. Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian.

- ¡Pues, vive como las flores!, advirtió el maestro.

- Y ¿cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.

- Pon atención a esas flores -continuó el maestro, señalando unos lirios que crecían en el jardín.

Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.

Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse... Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien. Ésto, es vivir como las flores !!!